Tú qué escogerías?
Un tiempo estuve sin inspiración, nada de creatividad surgía de mi, o al menos eso creía. Una gran amiga al saber lo que me estaba ocurriendo me regaló un libro y me dijo que acabando ese libro, la inspiración regresaría a mi. ¿Quién iba a pensar que a la mitad del libro algo cambiaría?
El libro se llama “Lo que el ángel te enseñó” de Rav Noaj Weinberg zt”l. Y es una guía práctica a ser feliz.
Lo que abrió mis ojos fue el capítulo del agradecimiento y abajo escribo las preguntas que el autor nos hace con sus respuestas. A mi me sirvió para incrementar mi consciencia y sobre todo leerme. No se trata de estar o no de acuerdo, sino de reflexionar sobre cómo andan los valores morales.
Ya sin más, aquí mis respuestas honestas y crudas.
Si, por alguna razón, te vieras forzado a elegir entre…
¿Perder tus ojos o tus manos? ¿Por qué?
Mis manos, porque con ellas puedo acariciar y dar amor. Con la manos podré aprender a ver y seguir construyendo creativamente. Hemos dado demasiado poder a nuestra vista y tal vez es por eso que no estamos avanzando como sociedad. Hay muchas personas podridas por dentro pero bellas en el cascarón, a las que no sólo les hemos dado reflectores y nuestra atención, sino que además escuchamos y creemos en lo que se nos dice.
¿Perder tus oídos o tus pies? ¿Por qué?
Mis pies. Los oídos me permiten integrar un mundo de armonía y belleza. A través de mis oídos puedo escuchar y responder con mi voz. Es uno de los medios que más uso para aprender con audiolibros y podcast que me sirven para mantenerme actualizado.
¿Perder tu sentido del gusto o 5 millones de dólares? ¿Por qué?
Tendré que perder esos 5 millones de dólares. Creo que no hay dinero en el mundo que me prive de las delicias del arte culinario de unas quesadillas de huitlacoche.
¿Elegir entre comprar un auto deportivo o donar cincuenta mil dólares a un hospital? ¿Por qué?
Elegiría el auto y lo rentaría para juntar más de 50 mil dólares.
¿Elegir entre la computadora más poderosa del mundo o entender la fórmula de la felicidad? ¿Por qué?
Aquí tengo la duda si esa computadora podrá descifrar la felicidad… si no, igual sería la computadora, yo sé cuál es la fórmula de la felicidad y la aplico a diario
¿Elegir entre un lujoso reloj pulsera o un elogio de alguien a quien respetas? ¿Por qué?
El reloj por mil. La verdad es que no me importa lo que alguien más pueda pensar de mi. Sé quien soy y amo lo que he llegado a ser.
Me gustaría saber tus respuestas. Ponlas en los comentarios.
preguntas tomadas de la página 132 Del libro, Lo que el angel te enseñó de RAV NÓAJ WEINBERG aishlatino.com